La rabia es una enfermedad viral mortal que puede afectar tanto a los animales como a los humanos. Aunque es prevenible mediante la vacunación, sigue siendo una preocupación de salud pública en muchas regiones del mundo.
Puede prevenirse gracias a la vacunación, pero es necesario estar alerta ante cualquier signo.
El 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial contra la Rabia.
Se eligió esa fecha para recordar el fallecimiento de Louis Pasteur, científico y químico responsable de la creación de la vacuna antirrábica, quien murió el 28 de septiembre de 1895.
Para saber más sobre esta enfermedad, sigue leyendo.
¿Qué provoca la rabia en animales y mascotas?
La rabia es una enfermedad causada por un virus llamado Rabies lyssavirus. Este virus a todos los mamíferos no acuáticos, señala Fausto Reyes Delgado, Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield.
Sin embargo, contrario a lo que muchas personas creen, ni las ratas ni otros roedores transmiten la rabia a los humanos. En este caso, los perros y gatos son los principales transmisores.
El especialista en atención veterinaria en perros y gatos recuerda que en los animales existen dos tipos de rabia: uno conocido como rabia furiosa y otro conocido como rabia paralítica.
Precisamente esta segunda es la que afecta a los roedores: “Cuando los roedores (ratas, ratones, ardillas, etc.) contraen la rabia y ya presentan signos, quedan paralizados y no pueden morder; de hecho, la mayoría muere inmóvil en su madriguera”.
Por el contrario, los perros y los gatos representan la principal amenaza de rabia para las personas, porque son los mamíferos con los que más se convive y son quienes presentan el tipo de rabia furiosa.
Sin embargo, aclara Reyes Delgado, la rabia en México es una enfermedad prácticamente controlada en el ámbito urbano, como resultado de las extensas y profundas campañas de vacunación que se han aplicado en el territorio.
Síntomas, diagnóstico y control de la rabia en mascotas
Los signos iniciales de rabia en perros y gatos pueden pasar desapercibidos o confundirse con otras enfermedades. Es clave prestar atención a:
- Cambios de comportamiento, ya que una mascota amigable puede volverse agresiva, o una tímida puede mostrarse inusualmente sociable.
- Fiebre o malestar general.
- Exceso de lamido o rascado en el lugar de la mordedura.
- Hipersensibilidad al tacto, la luz o los ruidos.
- Inquietud o nerviosismo.
A medida que la enfermedad avanza, los síntomas se vuelven más graves:
- Babeo excesivo o espuma en la boca.
- Dificultad para tragar o parálisis de la mandíbula.
- Parálisis progresiva (especialmente en las patas traseras).
- Convulsiones o comportamiento errático.
- En casos avanzados, puede ocurrir la muerte súbita.
La vacunación en mascotas es la manera más eficaz, económica y sencilla de mantener al margen a la rabia.
“La vacunación oportuna es parte de la tenencia responsable de una mascota. En el caso de la rabia, las vacunas deben aplicarse cada año y respetar su periodicidad. Es decir, si nuestra mascota es vacunada en diciembre, justamente todos los diciembres debe de renovarse su vacuna antirrábica. Además, por ley, las mascotas deben ser vacunadas contra la rabia una vez al año. En caso contrario, se está incumpliendo la ley y se está arriesgando la vida de la propia mascota y de los demás miembros de la familia”, enfatiza Fausto Reyes.
¿Cómo se contagia la rabia a los humanos?
Una persona puede estar en riesgo de rabia si fue mordida o arañada por un animal con rabia o sospechoso de tenerla; si tuvo contacto con saliva infectada en una herida abierta, mucosa ocular o bucal; o estuvo en contacto con murciélagos, especialmente si fue dentro de una cueva o espacio cerrado.
Los síntomas no aparecen de inmediato. El virus puede tardar de semanas a meses en manifestarse, dependiendo del lugar de la mordedura y de la cantidad de virus que entró al cuerpo.
En una fase inicial puede presentarse fiebre, dolor de cabeza, malestar general, dolor, picazón o ardor en el lugar de la mordedura —incluso si ya ha sanado—, así como cambios en el estado de ánimo.
Conforme avanza la enfermedad, entra a la fase neurológica, y pueden presentarse confusión, alucinaciones, espasmos musculares, hidrofobia y parálisis progresiva.
La rabia es mortal una vez que aparecen los síntomas, por eso ante cualquier sospecha de exposición se debe acudir al médico de inmediato para iniciar la profilaxis postexposición, un tratamiento preventivo altamente efectivo si se administra a tiempo.
La vacunación de mascotas y la atención médica inmediata en caso de exposición son fundamentales para evitar que el virus se propague y cause estragos en la salud humana.
Si quieres mantener al día las vacunas de tu animal de compañía, acércate a nosotros. En el Hospital Veterinario UNAM-Banfield podemos brindarte la asesoría adecuada para que su cuadro de vacunación esté siempre completo.
