La artritis es una condición común en perros, especialmente en aquellos de mayor edad, y puede afectar considerablemente su calidad de vida. Esta enfermedad, caracterizada por la inflamación de las articulaciones, presenta signos como rigidez, dolor, y dificultad para moverse. Identificar la artritis a tiempo y aplicar los cuidados adecuados puede marcar una gran diferencia en la vida de nuestro compañero de cuatro patas.
Existen enfermedades características de ciertas etapas de la vida de nuestras mascotas. Por ejemplo, las enfermedades hormonales pueden aparecer cerca de los cinco años de edad, mientras que otras, como algunos tumores malignos, se presentan en edades más avanzadas. Sin embargo, existen enfermedades que pueden aparecer en cualquier momento, como la artritis.
¿Qué es la artritis en perros?
La artritis es una lesión articular crónica que se caracteriza por la pérdida del cartílago en las articulaciones, el engrosamiento de la cápsula articular, cambios en la composición del líquido sinovial y la formación de hueso nuevo alrededor de la articulación (osteofitos). De forma general, produce dolor y disfunción de la extremidad o extremidades afectadas.
Estas lesiones pueden presentarse tanto en cachorros con displasia de cadera, como en ejemplares gerontes con ruptura del ligamento craneal cruzado, displasia de codo o cadera, etc.
La artritis puede estar asociada a la carga genética y la edad de nuestra mascota, tanto en perros como en gatos. Se puede complicar con otros factores como con la obesidad y la actividad física, por lo que afecta negativamente en la actividad diaria de nuestros amigos.
Dependiendo del grado de inflamación que se presenta en las articulaciones afectadas, la artritis se clasifica en bajo o alto grado de inflamación.
La artritis de bajo grado de inflamación se ve comúnmente en la osteoartritis (inflamación del hueso y cartílago articular), mientras que la de alto grado de inflamación se ve en artritis infecciosa (producidas por bacterias, hongos o virus) o inmunomediada (el organismo actúa contra sus propios tejidos).
Síntomas de un perro con artritis
Reconocer los signos, permitirá aplicar un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de tu mascota. Los ejemplares que padecen esta enfermedad generalmente presentan:
- Disminución de la actividad física que puede complicarse con claudicación (cojera).
- Incapacidad de saltar.
- Modificación en la forma de caminar.
- Dolor que puede ocasionar cambios de conducta, como agresividad.
- Lamerse la zona que les duele.
Esta enfermedad es progresiva. Su grado de severidad dependerá del momento del diagnóstico que se realiza mediante un examen físico, donde el médico veterinario puede ver o confirmar la claudicación o la pérdida de masa muscular.
Se necesitan estudios radiográficos para estar seguros del diagnóstico, o estudios más avanzados como la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
¿Cómo tratar a un perro con artritis?
El tratamiento de una mascota que sufre de artritis se enfoca en tres áreas:
- La eliminación de los factores predisponentes.
- El control de los mediadores de la inflamación.
- El mantenimiento de la salud de las articulaciones.
El tratamiento es multimodal y debe ser indicado solamente por el médico veterinario. Este consiste en:
- Control de peso.
- Modificación de la actividad física.
- Rehabilitación.
- Control del dolor.
- Suplementos articulares.
- Moduladores de la enfermedad
- En algunos casos, cirugía para corregir problemas que desencadenaron la artritis o eliminar articulaciones dolorosas, como en los reemplazos articulares totales.
Es importante seguir las recomendaciones del médico veterinario, ya que la mayoría de los analgésicos empleados en medicina humana son altamente tóxicos para nuestras mascotas. En la práctica veterinaria es común tratar de forma médica a un paciente con artritis y lesión renal o hepática por el uso inadecuado de estos medicamentos.
Además, algunos casos de artritis necesitan medicación con otros productos como antibióticos, con los que se debe respetar la dosificación, el intervalo y la duración de los medicamentos, para evitar la resistencia bacteriana a estos fármacos.
Si tu mascota presenta dolor, así como disminución en su actividad física y sobrepeso, puede ser un indicativo de artritis, por lo que debes acudir de inmediato con un médico veterinario.
La artritis en perros es una condición que, aunque no tiene cura, puede manejarse con el tratamiento adecuado y ciertos cambios en el estilo de vida. Al estar atentos a los signos tempranos y contar con el apoyo del veterinario, puedes ayudar a que tu mascota viva sin tanto dolor y disfrute de una buena calidad de vida.