Al igual que en los humanos, el sarro en perros es una acumulación de placa (película transparente y pegajosa que se forma en los dientes y encías, compuesta por bacterias, saliva y restos de comida) que, si no se elimina, puede provocar graves problemas bucales.
El sarro es un indicativo de higiene dental deficiente y suele estar acompañado de mal aliento. Si quieres saber cómo afecta a tu compañero peludo, aquí te lo decimos.
¿Qué es el sarro en perros?
El sarro está compuesto de varias sales minerales, material orgánico, bacterias, cerilla y partículas de comida. En las etapas tempranas de la acumulación, el material es suave, pero con el tiempo, se vuelve duro y se adhiere a los dientes.
¿Cómo afecta el sarro a la salud oral de mi mascota?
El sarro se forma tanto por abajo de la encía, como por arriba de ella. El sarro se ve como un material amarillo o café en la superficie de los dientes, usualmente cerca de la encía o de la línea gingival.
Si notas que tu perro tiene los dientes amarillos, la recomendación es que acudas con un médico veterinario, ya que este es un síntoma visible que puede desencadenar otras condiciones dentales más dolorosas.
La continua acumulación del sarro causa gingivitis, es decir, inflamación e infección en las encías. Con el tiempo, el tejido de la encía se inflama y empieza a retroceder, lo cual puede llevar a una deficiente sujeción y la pérdida de los dientes.
Cuando la recesión de las encías es severa, pueden formarse bolsas muy por debajo de la línea visual, exponiendo las raíces del diente y favoreciendo la formación de abscesos (los cuales son dolorosos para tu mascota).
Incluso en casos moderados, la acumulación de sarro puede ser desagradable y convertir a la boca en una fuente peligrosa de infección para otros órganos de tu perro.
Se sabe que algunas de las enfermedades internas en perros y gatos maduros, son el resultado de dientes y encías enfermas. Pues las bacterias pueden viajar a través de la corriente sanguínea a órganos vitales como el corazón, el hígado, pulmones y riñones.
Tratamiento para el sarro en perros
Puedes recurrir tanto a quitar el sarro de forma natural, como a tratamientos profesionales. Un buen cuidado dental en casa, incluyendo el cepillado, dietas para el cuidado de los dientes y otros productos dentales, pueden reducir la formación de sarro y el riesgo de enfermedades propias de las encías.
El cepillado es lo más importante que puedes hacer para prevenir las enfermedades dentales. La recomendación es que cepilles los dientes de tu perro lo más frecuente posible, intentándolo al menos tres veces por semana.
También puedes recurrir a terapias basadas en dietas, las cuales están diseñadas específicamente para ayudar a mejorar la salud oral y disminuir la formación de sarro. Algunos tipos de comida seca, específicamente formuladas, ayudan a prevenir la formación entre los cepillados y las limpiezas profesionales.
También la carnaza y otros artículos para masticar pueden ayudar al control de la acumulación de cálculos.
Por último, el tratamiento profesional consiste en una limpieza dental completa bajo anestesia, antibióticos y la remoción de los dientes severamente dañados o tejido muerto.
Si bien, las dietas y productos combinados con un cepillado regular ofrecen un buen cuidado preventivo en casa, tu médico veterinario puede ayudarte a desarrollar una rutina dental basada en las necesidades únicas de tu mascota.