La eclampsia canina es una enfermedad metabólica que se presenta durante la gestación y la lactancia. En las perras se manifiesta dentro de los primeros cinco a 10 días posteriores al alumbramiento, que es el lapso en el que se genera la mayor producción láctea.
Como hay una alta demanda de calcio, las perras no tienen la capacidad de transferirlo rápidamente a la leche sin agotar sus propias reservas, lo que causa una mayor incidencia de casos de eclampsia.
¿Qué es la eclampsia en perros?
Se le conoce también como “fiebre de la leche” o “tetania puerperal”, y por lo general suele presentarse en hembras de raza pequeña como chihuahueño, yorkshire terrier, pinscher miniatura, dachshund o pomerania. También pueden presentarla perras criollas de talla pequeña, así como las que tienen camadas de un elevado número de cachorros, como el cobrador de labrador o el bloodhound.
Suele manifestarse en perras jóvenes y raramente en gatas. Las que son primerizas, que paren una camada numerosa o reciben una dieta rica en calcio y carne, son proclives a la enfermedad.
Este padecimiento se relaciona con la concentración de calcio en la sangre, por lo que una camada numerosa representa un esfuerzo mayúsculo para la madre, pues ella suministra el calcio a los fetos durante la gestación, así como en la lactancia.
¿Cómo identificar la eclampsia en perros?
Los signos que presenta la hembra son fáciles de reconocer, por lo que debes estar al pendiente de cualquiera de ellos:
- Se muestra inquieta y nerviosa.
- Puede presentar vómito o diarrea.
- Camina con paso rígido, incluso tiembla o muestra desorientación.
- Tiene fiebre y puede llegar a temperaturas corporales superiores a los 40 °C.
- Presenta temblores musculares.
- Se incrementa el número de respiraciones por minuto.
- Puede haber eventos convulsivos (movimientos involuntarios y en ocasiones violentos).
Estos signos pueden repetirse una y otra vez, y sin el tratamiento indicado puede llegar a fallecer por el agotamiento (o falla cardiaca) después de diez a doce horas de la aparición de las alteraciones.
Es importante que al notar algún cambio en la perra gestante se acuda de forma inmediata con el veterinario para tener una valoración y comenzar el tratamiento. Se deben evitar los remedios caseros, ya que podrían agravar la situación.
Además, los signos podrían estar relacionados con otra enfermedad y no con la eclampsia, como el traumatismo cerebral, la meningoencefalitis, la hemorragia subaracnoidea y el tétanos.
Si hay convulsiones, hay que descartar que sea por una disminución de la glucosa en sangre, una intoxicación u otra causa.
¿Cómo se trata la eclampsia en perros?
De ser necesario, el tratamiento debe ser intrahospitalario. Se inicia colocando una vía intravenosa, junto a la terapia de líquidos se suministrará calcio a fin de no producir un fallo cardiaco.
Si se presenta fiebre, se colocarán fomentos fríos para disminuir de forma gradual la temperatura, y una vez que el calcio haga efecto, se debe ayudar a eliminar los signos que presenta según la gravedad.
Como parte del tratamiento se debe suspender la lactancia, a fin de evitar un siguiente episodio que pudiera ser más grave que el primero.
Una vez estabilizada la hembra, los cachorros no deben por ningún motivo alimentarse de ella durante 24 a 48 horas posteriores a la presentación de signos; en cambio, pueden ser alimentados con fórmulas lácteas o por una madre sustituta. Posteriormente, podrán alimentarse de su progenitora durante lapsos reducidos.
Después de presentar eclampsia, si se continúa con la lactancia, el médico veterinario puede indicar la administración de calcio por vía oral. Sin embargo, hasta un 20% de los casos recaen a pesar del aporte complementario en estos casos, y si los cachorros tienen más de quince días de edad, será conveniente iniciar el destete precoz.
Para prevenir la presentación de esta enfermedad, la hembra gestante debe consumir una cantidad adecuada de calcio; sin ser excesiva para evitar que disminuya la producción de hormona paratiroidea, esencial para mantener una concentración sanguínea adecuada de calcio.
Es importante que la dieta incluya calcio y fósforo en la proporción correcta, así como vitamina D. La alimentación debe tener un elevado contenido calórico, ya que la gestación es un evento fisiológico muy demandante para tu mascota.
Esto quiere decir que si tu mascota está gestante, deberás llevarla al veterinario para que te asesore con la dieta y suplementos para que tenga los nutrientes en cantidades adecuadas, tanto para la salud de tu hembra, como la de los productos que vienen en camino.
Debido a la distensión abdominal causada por el útero gestante, la capacidad digestiva está reducida, por lo que ofrecer un alimento muy digestible y energético permite proporcionar raciones poco voluminosas, por ello se recomendará repartir la cantidad diaria en varias tomas para no sobrecargar el aparato digestivo.
Una buena opción es entre la mitad y el último tercio de la gestación darle gradualmente alimento para cachorro de calidad Premium, el cual además cuenta con calcio, fósforo, vitamina D y otras vitaminas.
Manejo nutricional y otros cuidados para tu mascota
Si tu perrita está gestante, es necesario seguir algunas recomendaciones para que lleve a buen término este periodo:
- El manejo prenatal incluye llevar a la mascota a revisiones periódicas con su veterinario para que indique los diferentes manejos que se le deben realizar.
- Conocer la fecha probable de parto (el médico veterinario puede ayudarte a calcularlo).
- Saber el número aproximado de cachorros; esto se hace mediante ultrasonido o radiografías (después del día 45 de gestación).
- Iniciar el manejo nutricional.
Por otra parte, la eclampsia puede ocurrir hasta seis semanas después del parto. ¡No bajes la guardia!
Además, ten en cuenta que si la perrita presentó eclampsia en alguno de sus partos, hay altas posibilidades de que vuelva a pasar, por lo que la esterilización sería la mejor opción. El manejo veterinario prenatal ayudará a prevenir enfermedades, tanto en ella como en los cachorros.
El manejo nutricional es la parte más importante en la prevención, además, el evitar dietas caseras o de un único ingrediente (solo carne) a la hembra. Ofrecerle alimento especial para cachorros, ayudarán tanto a prevenir la eclampsia como a favorecer el buen desarrollo de éstos y disminuirán el deterioro de un proceso fisiológico tan desgastante como la gestación.