La medicina preventiva en gatos es esencial para garantizar una vida larga y saludable a nuestros felinos. Aunque muchas veces se considera que los gatos son animales independientes y resistentes, lo cierto es que, al igual que cualquier otra mascota, necesitan cuidados regulares para prevenir enfermedades y problemas de salud.
En las clínicas de pequeñas especies, el número de gatos que son llevados a consulta es mucho menor al esperado, representando aproximadamente entre el 15 al 20%.
Esto ocasiona que sea común encontrar gatos con enfermedades que pudieron haberse evitado, como enfermedades virales y parasitarias, problemas conductuales y metabólicos.
Aspectos clave para manejar la salud de los gatos
Con la convivencia diaria, cada uno de nosotros desarrolla un lenguaje especial con su gato; es por ello que si lo observamos bien podemos identificar cambios sutiles en su comportamiento que nos pueda alertar de un problema temprano. Sin embargo, estos aspectos siempre deben estar presentes en nuestra tenencia responsable.
- Dieta equilibrada y de calidad es fundamental para la salud de tu gato. Asegúrate de proporcionar alimento que esté formulado específicamente para su edad, tamaño y necesidades de salud (por ejemplo, gatos esterilizados, con sobrepeso o con necesidades médicas especiales).
- Desparasitación. Es importante protegerlos de pulgas, garrapatas y otros parásitos. Existen productos preventivos en forma de pastillas, pipetas o collares. Consulta con tu médico veterinario sobre el mejor tratamiento para tu gato y para la desparasitación interna de manera semestral.
- La salud dental es crucial, ya que los gatos pueden sufrir enfermedades periodontales. Cepillar sus dientes regularmente y proporcionarles juguetes o golosinas dentales puede ayudar a prevenir problemas.
- Observar los hábitos de tu gato en la caja de arena es esencial. Cambios en la frecuencia, cantidad de orina o consistencia de las heces pueden ser indicios de problemas de salud, como infecciones urinarias o problemas renales.
Frecuencia de visitas al veterinario
Si tu gato es adulto joven, saludable y no tiene condiciones médicas conocidas, no sale a la calle y tiene una dieta bien racionada, una o dos visitas al veterinario al año suelen ser suficiente para un chequeo general.
En el caso de gatos mayores, pueden desarrollar problemas de salud más rápidamente. Por esta razón, se recomienda acudir al veterinario cada seis meses para chequeos preventivos y análisis de sangre.
En estas visitas, el veterinario evaluará la función renal, la salud dental y buscará signos de enfermedades comunes en gatos mayores, como la hipertensión o problemas de tiroides.
Si tu gato tiene alguna enfermedad crónica o está recibiendo tratamiento, las visitas serán más frecuentes. Estas pueden incluir consultas de seguimiento para ajustar los medicamentos o realizar pruebas adicionales.
¿Cómo saber si hay problemas de salud en tu gato?
Los gatos son conocidos por esconder signos de enfermedad, lo que puede dificultar notar si algo no está bien. Sin embargo, hay varios signos a los que debes prestar atención:
- Cambios en el apetito, ya sea que coma mucho más o mucho menos de lo habitual, puede indicar problemas metabólicos, dentales o gastrointestinales.
- Un comportamiento más agresivo, retraído o muestra signos de dolor al moverse podrían ser indicativos de algún problema de salud.
- La pérdida de peso sin explicación o la caída excesiva de pelo pueden señalar trastornos hormonales, problemas nutricionales o enfermedades como la diabetes o problemas de tiroides.
- Orinar fuera de la caja, hacerlo con mayor frecuencia, con dolor, o incluso la incapacidad de orinar, puede ser signo de infecciones urinarias, cálculos en la vejiga o enfermedades renales.
Prevención para una mejor salud de tu gato
La medicina preventiva desempeña un papel crucial en el cuidado de tu mascota. Junto con la vacunación y la desparasitación, también es fundamental educarnos y educar a la sociedad para eliminar los mitos que existen sobre los gatos.
La causa número uno de abandono en gatos es la vocalización, el marcaje o la eliminación inadecuada, es decir, cuando orinan o defecan fuera del arenero. Durante celo, también pueden marcar territorio. Esto se puede corregir con un manejo adecuado de los areneros y la esterilización.
En cuanto a la nutrición, es importante recordar que los gatos son carnívoros estrictos. Aunque el humano ha modificado su alimentación para poder ofrecer alimento procesado con la materia prima apropiada, darles sólo alimentos vegetales puede ocasionar deficiencias nutricionales y consecuencias graves.
El tener la oportunidad de acariciar a un “tigre en miniatura” no solo beneficia a tu gato, sino también a ti, ya que esta actividad tiene un efecto directo sobre la presión sanguínea.
Cuidar la salud de un gato va más allá de reaccionar ante problemas visibles; se trata de prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida desde una etapa temprana. Presta atención a las recomendaciones veterinarias y lleva a cabo revisiones periódicas. De esta manera, mantendrás a tu gato más sano y feliz por muchos años.