Los fuegos artificiales son un elemento recurrente en muchas celebraciones a lo largo del año, pero especialmente en diciembre. Sin embargo, cualquier persona que tenga mascotas se habrá dado cuenta de que muchas de ellas lo pasan mal en estas fechas, porque la pirotecnia puede ser una gran fuente de estrés, sobre todo para perros y gatos.
En general, las mascotas pueden temerle a rayos, explosiones de cohetes o pirotecnia, vientos fuertes, lluvias intensas o música a alto volumen, a tal grado que puede ocasionarles estrés, fobias y problemas de salud.
Los perros y gatos tienen un sentido del oído mucho más desarrollado que los humanos. Pueden percibir sonidos a frecuencias más altas y con mayor intensidad. Un ruido fuerte como el de los fuegos artificiales, que para nosotros puede ser molesto, para ellos es ensordecedor.
Otro elemento que los altera es que son impredecibles en intensidad y duración. Esto activa su instinto de supervivencia, ya que los identifican como una amenaza y su instinto es intentar huir o defenderse.
Cada mascota reacciona diferente al ruido de los fuegos artificiales. Algunas muestran signos muy sutiles de inquietud, como una postura tensa o jadeos; mientras que otros pueden experimentar miedo extremo. En esos casos, maúllan o ladran de forma excesiva para mostrar su incomodidad, tratan de esconderse o pueden llegar a perder el control.
Una respuesta fóbica ante sonidos estruendosos provocados por cohetes o música a alto volumen puede manifestarse cuando rascan puertas y ventanas intentando huir de la situación. En ocasiones, pueden volverse agresivos, tener un comportamiento destructivo o llegar a lastimarse a sí mismos o a las personas que los rodean.
Si tu mascota sufre de miedo excesivo o fobia a ruidos como el de los fuegos artificiales, existen algunas recomendaciones que puedes seguir:
Si el miedo es excesivo y el problema se ha vuelto crónico, puede mostrar reacciones exageradas y generar problemas de comportamiento, incluso ante otros tipos de ruidos.
Al detectar una fobia a sonidos fuertes, es importante buscar la ayuda de un profesional o etólogo. El uso de cualquier producto, incluso si es natural, debe ser bajo prescripción de un médico veterinario.
Finalmente, siguiendo estos consejos, puedes ayudar a que tu mascota pase las fiestas de fin de año con mayor tranquilidad y seguridad.