Procura que tus invitados saluden a tu perro extendiendo la mano para que la huelan, con la palma extendida y hacia arriba.
Tus invitados deben hablarle a tu mascota en tono agradable; los perros perciben el miedo y la confianza en las personas y reaccionarán en función de ello.
No permitas que tu mascota ruegue por alimentos y pide a tus invitados no alimentarla sin tu consentimiento.
Si le permites a tus invitados darle un premio a tu mascota, deberá ser con la palma extendida y dejando que tu perro se acerque por su cuenta para tomarlo.
Pide a tus invitados que no miren a tu perro directamente a los ojos. Esto podría verse como un desafío.
No debes permitir que tus mascotas ladren, maúllen ruidosamente o salten sobre tus invitados.
Si el comportamiento de tu mascota da lugar a que lo acaricien, pide a tus invitados que eviten tocar la base de la cabeza. Los perros pueden interpretarlo como un signo de dominio.
No permitas que tus invitados alcen o se acurruquen con tu mascota si a ella no le gusta este tipo de atención.
Los niños de tus invitados no deben jugar bruscamente o perseguir a tu mascota porque podrían ponerse o ponerla en peligro.
Si tu mascota tiene su espacio de tranquilidad, mantén a tus invitados lejos de ese lugar.